La metalurgia ha marcado considerablemente la historia de la humanidad, comenzando hace más de 9.000 años en el Oriente Próximo. A partir de ahí, el trabajo del metal ha ido evolucionando con el paso del tiempo, mejorando su técnica e introduciendo nuevas maquinarias que facilitan la tarea.
Una de estas máquinas es la plegadora de chapa manual, una herramienta utilizada para realizar pliegues a planchas metálicas a través de la deformación en frío. Esto lo consigue gracias a la presión a la que se somete la pieza al colocarla entre el punzón y la matriz de la máquina plegadora. Según la fuerza a la que se someta la chapa y el espesor de la misma, esta tendrá un pliegue de mayor o menor ángulo.
La plegadora de chapa consta de diversas partes:
- Bancada: la placa transversal es la mesa de trabajo sobre la que se apoya la plancha metálica que se quiere plegar. Esta debe ser muy fuerte, ya que tiene que soportar tanto el peso de la propia plegadora como el de la placa que sujeta. Esta pieza está formada por dos montajes laterales.
- Cama: es el elemento sobre el que se asienta la bancada. En ella se apoya la matriz, un molde metálico conformado por diversas ranuras. Según la forma de la matriz, el metal adquirirá un aspecto u otro.
- Trancha: esta parte de la plegadora es una placa metálica vertical generalmente móvil. Es la que se encarga directamente de doblar el metal mediante la fuerza transmitida por el punzón.
- Controladores CNC: en ocasiones, las plegadoras manuales vienen acompañadas de un control cuya función principal es configurar y tratar todo el proceso que debe realizar la máquina para llevar a cabo el plegado.
¿Para qué sirve una plegadora de chapa manual?
Dependiendo del tipo de plegadora, esta tendrá unos usos diferentes y aguantará láminas de mayor o menor grosor. Dentro de todos los modelos, la plegadora de chapa manual es el tipo de máquina plegadora más pequeña. Esta se utiliza para realizar pliegues en láminas no demasiado gruesas. Los materiales que suelen utilizarse con las plegadoras manuales son el aluminio, el hierro y el acero inoxidable. Son muy comunes en talleres de chapa y pintura, pero también se utilizan para realizar carcasas de electrodomésticos, cajas para interruptores o armarios.
Ventajas de una plegadora de chapa manual
En primer lugar, este tipo de máquina plegadora es muy útil debido a su molde superior, el cual es divisible y móvil, lo que permite ajustarlo al tamaño de la pieza de metal para elaborar diversos tipos de plegado.
Además, gracias a su reducido tamaño, las plegadoras manuales resultan muy fáciles de transportar. Esto es un gran punto a su favor, ya que el profesional no tiene por qué limitarse al taller o lugar de trabajo habitual, sino que puede mover sin demasiado esfuerzo la máquina para trabajar en otro sitio.
Por otra parte, las plegadoras de chapas manuales suponen un gran ahorro energético frente a otros tipos como las hidráulicas, las eléctricas o las hidra-mecánicas.
Por último, son muy versátiles, ya que tienen múltiples usos, como la elaboración de paneles, armarios, cajas y gabinetes de distribución y disyuntores. Todo ello en una máquina con un diseño que ahorra espacio, perfecta para talleres y sitios de trabajo no demasiado grandes.
Otros tipos de máquinas plegadoras
Como ya se ha mencionado anteriormente, las plegadoras manuales son tan solo un tipo de máquina plegadora.
Plegadora mecánica
Las plegadoras de tipo mecánico cuentan con un volante de inercia, el cual produce energía. Este volante es el que acciona la trancha, elemento encargado de generar el pliegue en la placa de metal. Cuando este volante no está funcionando, se acumula la fuerza necesaria para que mueva la trancha en movimientos descendentes una vez se ponga en funcionamiento.
No se recomienda su uso en operarios inexpertos, ya que pueden sufrir lesiones. Por ello, es aconsejable utilizar material de seguridad durante su uso.
Plegadora hidra-mecánica
En este caso, el elemento encargado de poner en funcionamiento la trancha es una bomba hidráulica, la cual convierte la energía hidráulica en mecánica. Estas tienen mayor capacidad que las plegadoras mecánicas y ofrecen mejores resultados. Además, son infinitamente más seguras, ya que no necesitan realizar la carrera completa para llegar a la máxima potencia. Su uso está muy extendido en trabajos de acuñado.
Plegadora hidráulica
Este tipo de máquina plegadora se diferencia de la anterior en la incorporación de cilindros hidráulicos, los cuales transforman la energía de fluidos hidráulicos presurizados en energía mecánica. Gracias a su sistema de válvulas, este tipo de plegadora resulta más eficiente y precisa, elaborando el trabajo en menor tiempo. Por ello, son una de las plegadoras más demandadas en el mercado actualmente.
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